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jovenes promotores de civismo

Posted by Sebastian Rodriguez on 8:54

Jóvenes promotores de cultura ciudadana en Cali
Jóvenes promotores de cultura ciudadana en CaliEl civismo camina todos los días por las calles de la ciudad. Casi siempre en días llenos de sol, sofocantes, a casi 30 grados centígrados.Tiene rostro joven, mente sana y mucha, pero mucha vitalidad. Tanto que a diario deja cientos de mensajes envueltos en voces dulces, otras veces roncas. Reparte abanicos, calendarios y cartillas educativas. Y se viste con el tricolor nacional.El civismo ronda por la capital del Valle encarnado en 105 muchachos, que no superan los 20 años edad. Ellos visitan todos los días los sitios más críticos de la ciudad para enseñar cultura ciudadana.Se ubican en la esquina de un semáforo y allí vigilan que la gente use la cebra y los conductores no traspasan las gruesas líneas blancas dibujadas en el pavimento.Otras veces, como explica Paola Bastidas, una joven que hace parte de las barras del Deportivo Cali, un grupo de cinco muchachos observan cuántas personas utilizan el puente peatonal. “Si no lo hacen, nos acercamos y les regalamos información sobre ese tema y los invitamos a que usen el puente, pues así también contribuimos a la convivencia”, comenta.Las nuevas zonas verdes del MÍO también están en la ‘mira’ de estos ‘guerreros del civismo’. “Con el ánimo de que las cuidemos y nos la vayamos a dañar”, agrega Paola.En los buses, y de manera sorpresiva, también irrumpe esta camada de jóvenes.“Allí el mensaje es claro, la idea es que la gente se concientice de coger el bus en los paraderos, de cuidar el vehículo y que el conductor entienda que debe andar a velocidades moderadas”, explica Estefani Ardila, otra de las jóvenes.¿Por qué lo hacen? Estos 105 jóvenes en la actualidad son estudiantes de un diplomado de cultura ciudadana.La iniciativa hace parte del proyecto ‘Voceros que enseñan ciudad’, impulsado por la Fundación Terpel en alianza con Fundautónoma y la Universidad Autónoma de Occidente.“Los muchachos son becarios de la Fundación. Estudian cuatro horas a la semana y además tienen un espacio para promover lo que aprenden y que tiene que ver con el mejoramiento de la cultura alrededor del tránsito y el espacio público”, dice Catalina Ortiz, directora Ejecutiva de la Fundación Terpel.Los más interesante de todo es que los Voceros, es decir, los muchachos que todos los días prefieren enseñar cultura ciudadana en la calles en vez de dedicarse al ocio, fueron seleccionados mediante un proceso de convocatoria que involucró 453 jóvenes representantes de 143 organizaciones juveniles de la capital del Valle, de todos los estratos.Los muchachos están a gusto, pese al sol, el barullo y la polución que a diario regala la ciudad. Y lo están porque para muchos es la oportunidad de ingresar, por primera vez, a una universidad y llevar a cabo estudios superiores.Para otros es la oportunidad de sentirse útil para la sociedad.Paola cuenta que lleva casi once años metida en las barras del Frente Radical Verde. Ella ha sido testigo de la violencia que las sacudió hace varios años y de la estigmatización actual.

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Claves Para recuperar el civismo

Posted by Sebastian Rodriguez on 8:53
Durante el foro, el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus aseguró que la regulación mutua de las leyes, la moral y la cultura de los caleños aumenta la capacidad de crear cultura ciudadana. Hernán Tovar I El PaísAumentar el nivel de confianza en los caleños, generar planes desarme e inculcar mayor conciencia a la hora de votar son algunas de las soluciones para recuperar el civismo. “El vecindario es el punto más importante de apoyo y solidaridad”, señaló Antanas Mockus. Aumentar la confianza, la solidaridad, el respeto y la conciencia política entre los caleños son algunas de las claves de un grupo de expertos para que en Cali reine de nuevo el civismo. Luego de las intervenciones de Antanas Mockus, Liliana Caballero y María Isabel Patiño, algunos de los invitados al Foro Pensar Ciudad Cali, realizado por la Fundación Terpel, se logró identificar una serie de falencias y fortalezas que tiene la ciudad y sobre las cuales se debe ejercer una ardua labor. 1. Nivel de confianza entre los ciudadanos. Según los expertos, los caleños deben confiar más en sus amigos y familiares para facilitar las tareas de recuperación de la cultura ciudadana. “Los caleños deben confiar en sus vecinos y por ello, el vecindario se convierte en el punto más importante de apoyo y de solidaridad para contribuir al desarrollo de Cali”, aseguró Antanas Mockus. Manifestó que los caleños deben fortalecer sus conceptos de cultura, su cercanía con el resto de la comunidad y hacer acuerdos para resolver problemas tan simples como los pleitos por el alto volumen de la música en las noches. 2. Desarme. La preocupación de los ponentes también estuvo dirigida hacia el porte de armas de los ciudadanos. Para ellos, lo ideal es que sólo la fuerza pública o las empresas autorizadas tengan acceso a ellas. “Se deben crear requisitos más fuertes a la hora de entregar un permiso a los civiles para portar armas”, dijo Antanas Mockus. Por su parte, Hugo Acero, consultor en temas de seguridad ciudadana, sostuvo que éstos procesos de transformación necesitan líderes que reconozcan que existe un problema de seguridad y que se deben tomar medidas para mejorarlo. 3. Más solidaridad con el adicto y menos tolerancia al narcotráfico. Para recuperar el civismo de la ciudad, los expertos dicen que es necesario no estigmatizar a los consumidores de droga, sino buscar herramientas para luchar contra el mal del narcotráfico. Sin embargo, aseguran que los caleños tienen el potencial justo para tratar este aspecto, pero que es de vital compromiso reactivar la conciencia del respeto a la comunidad. 4. Conciencia del voto. Durante el foro, los especialistas en temas de ciudad se mostraron complacidos con el diagnóstico positivo de Cali. No obstante, señalaron que los ciudadanos deben tomar más conciencia al escoger sus gobernantes. El número88% de los caleños aseguraron tener orgullo de ciudad. Según el diagnóstico de los expertos, el 15% es menos racista que en otras ciudades.“Los caleños deben reconocer la importancia de la gestión pública, de los recursos públicos y las costumbres políticas, donde el eje central del cambio sea su participación”, declaró Liliana Caballero, especialista en gestión pública.

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Carne del civismo

Posted by Sebastian Rodriguez on 8:38
Iván quiere recuperar a Cali con carné del civismo
Iván Bustamante exhibe lo que podría ser el ‘carné del buen ciudadano. Él desea que sea pequeño, fácil de llevar y muy sofisticado, con el fin de evitar suplantaciones. Foto: Hernán Tovar I El PaísLa idea es crear una gran red de buenos ciudadanos en Cali . Los recursos que se recojan con la venta del carné se llevarían a un fondo común de ayuda. Iván Bustamante está convencido de que en Cali, son más los buenos que los malos. Y que aquí hay mucha gente que ama y cuida a su ciudad. Por eso, un día cualquiera, se le ocurrió un ‘carné del buen ciudadano’, con el fin de que esos caleños buenos sigan ‘cultivando’ su amor por Cali. “Y también porque de esa forma podemos cautivar a más personas para que se vuelvan buenos ciudadanos”, comenta este padre de familia. Iván explica que esta especie de cédula tendría una mensualidad de $5.000 para, con ese dinero, crear un fondo común que sirva “en casos de extrema emergencia. Tendría una cuenta bancaria, intocable eso sí”, dice este caleño adoptivo. Sin embargo, Iván asegura que el carné no se otorgará fácilmente. “Para ello vamos a crear un comité especial para que evalúe los aspirantes, pues quiero que sea gente comprometida con la ciudad y, sobre todo, muy seria”, afirma. La idea es que este documento sea esencial para cada uno de los caleños, así como lo es la cédula de ciudadanía o los carnés de las EPS. “Que cada uno lo lleve en la billetera y sea sinónimo de estatus”, comenta. Iván aún no ha dimensionado cómo será el documento, pero se lo imagina pequeño, fácil de llevar, con todos los datos personales y muy sofisticado, para evitar suplantaciones. También quiere que lleve el siguiente logotipo, con los colores de la bandera de Cali: Ciudad Amable Linda Inigualable e insuperable. Iván resalta que este carné no tendrá edad y lo podrán llevar hasta los bebés, “de esos que se portan bien y no hacen locuras en la casa. Finalmente, la enseñanza empieza por casa y los niños son el futuro del mundo”. Con esta idea, Iván y su familia, quienes le ayudaron y lo motivaron a escribir la propuesta, anhela que los caleños recuperemos el civismo. “Y el corazón, porque nos hemos enfriado ante la adversidad, a veces suceden muchas cosas y la gente no dice nada”. A futuro, la idea es que muchos caleños se unan a esta iniciativa, hasta formar un gran Club de los Buenos Ciudadanos y así socializar la idea hasta que todos, los dos millones de habitantes, lleven en sus bolsillos este carné. “Yo sueño con que esta idea también se replique en otras ciudades y, por qué no, en el mundo entero y así crear una gran red orbital de buenos ciudadanos. Seguramente así la vida en el planeta sería un poquito mejor”, comenta.
El dato claveAleida Castro, esposa de Iván (en la foto), y Juan David, su hijo de nueve años, participaron en la elaboración de la propuesta y, entre todos, diseñaron el proyecto en busca de apoyo y respaldo para que sea una realidad.Quiénes pueden llevarlo... Las personas que no arrojan basuras a las calles, parques o separadores viales. Los que ayudan a los ancianos y a los niños. Los que respetan los semáforos y las cebras. Las personas que conviven en paz y no generan violencia. Las personas que respetan los símbolos patrios. Los padres que dan buen ejemplo a sus hijos. Algunos beneficios... Quienes porten el carné se conocerán como caleños destacados y ciudadanos ilustres. También, se piensa en la idea de que estos ciudadanos obtengan descuentos para espectáculos culturales y recreativos. Este carné actuará como un buen respaldo ante instituciones privadas y públicas. También se renovará cada año, tras una evaluación.

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Urbanidad y civismo

Posted by Sebastian Rodriguez on 8:36
Con carácter generalizado, la urbanidad y el civismo, pero no sólo en las aulas, como parece que se quiere conseguir (o se debería perseguir) con la nueva asignatura de formación ciudadana, sino en el seno de las familias, de las empresas, de los sindicatos, de las formaciones políticas y hasta en las comunidades de vecinos.Urbanidad y civismo no son la misma cosa, pero suelen ir de la mano. Cualquiera habrá comprobado que aquellas personas que, en el trato social, se muestran amables y educadas, también se comportan como buenos ciudadanos. Los chicos que no sólo no saludan cuando se cruzan con vecinos, sino que ni siquiera contestan al saludo de éstos, lo más probable es que sean los autores de las pintadas en los ascensores.¿Cómo se educa en las familias y en la escuela a los chicos que tienen la ciudad llena de pintadas y los que tiran por el suelo papeles y botes de refresco cuando tienen al lado una papelera o un contenedor de basura? ¿Y los que destrozan fachadas de edificios y cristaleras de escaparates? Seguramente son hijos de quienes cuando les cedes el paso para entrar en las dependencias de Tráfico, por ejemplo, ni te miran aunque estés sujetando la puerta para que no les golpee las narices. Un ochenta por ciento de conciudadanos, aproximadamente, no se digna pedir perdón cuando invade la zona por donde deambulas y te da un empujón del carajo ni aún cuando seas tú el que dice «perdone», una reacción automática de urbanidad que se mama en casa (ya que no en la escuela) o ya no se adquiere jamás.La urbanidad podría ser un antídoto contra la crispación. Valdría incluso para los políticos. Como el civismo, como el comportamiento de buen ciudadano, todo lo contrario de quienes hacen gala, permanentemente, de mezquindad, vileza y grosería. Si ser cortés y caballeroso es una antigualla, es preciso un esfuerzo de los diseñadores del futuro para recuperar (como se hace con la moda) esos valores para la pasarela de una sociedad que ha perdido el norte, el sur, el este y el oeste, vamos que está desorientada.Se supone que somos más cultos que nunca, pero no es creíble mientras suspendamos en urbanidad y civismo, dos asignaturas que hay que implantar de nuevo. Pero ya y comenzando por la familia y las aulas. Por favor. Please.

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Posted by Sebastian Rodriguez on 8:36

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EL 80% DE LOS CALEÑOS CALIFICO LA FERIA COMO MUY BUENA

Posted by Sebastian Rodriguez on 8:25
EL 80% DE LOS CALEÑOS CALIFICO LA FERIA COMO MUY BUENA. Santiago de Cali, 3 de enero de 2006 Liderada por el Alcalde Apolinar Salcedo Caicedo y dirigida por el periodista Samuel J. González, gerente de Corfecali, se realizó exitosamente la 48 versión de la Feria de Cali, entre el 25 y el 30 de diciembre de 2005. Así lo ratifican los resultados de los sondeos de opinión y encuestas realizadas por los medios de comunicación, entre ellos el Diario El País, sobre la aceptación del evento festivo más importante de Colombia en el fin de año y que al cierre del día 2 de Enero, siendo las 5:30 de la tarde mostró un resultado del 80% calificada como Buena contra un 14% que la califica Mala y un 5% regular entre un total de 3.978 votantes, cifra ratificada en su edición del día 3 de Enero de 2006. Las campañas de seguridad ciudadana impulsadas por la Alcaldía de Cali, la Policía Metropolitana y Corfecali dieron como resultado, una vez mas, la feria más segura y cívica de la historia de este evento. En la 48 Feria de Cali se adelantó una intensiva campaña de Cultura Ciudadana que fue acogida por los asistentes a los diferentes espectáculos públicos. La presencia de más de 300 mil turistas en Cali, que colmaron casas de familiares y hoteles, constituye un acto de fe en la ciudad. La ocupación hotelera en los días de la Feria fue del 100%, según estadísticas de la Asociación Hotelera del Valle, Cotelvalle. INFORME DE GESTIÓN 48ª FERIA DE CALI Con el slogan “SE ENCIENDE LA ALEGRIA 48º Feria de Cali 2005”, significando los 48 grados de calor humano y civismo que nuestra gente derrocha en esta magnifica fiesta, se celebró una versión mas de nuestra Feria de Cali. Se demostró nuevamente que este es el mejor evento de fin de año en el continente, pues, además de los caleños y nacionales, a la ciudad arribaron miles de extranjeros que se contagiaron y vivieron la alegría y el civismo, al tiempo que jalonaron la reactivación de todos los sectores económicos como la hotelería y el turismo, el comercio, la diversión y en general todos los sectores conexos. Las estadísticas de la Corporación de Hoteleros - Cotelvalle indican que la ocupación hotelera para este fin de año fue del 100%, lo cual superó todas las expectativas del sector, gracias al esfuerzo de la Corporación de Eventos y Ferias de Cali, que desde la versión 46 posiciono la Feria como la mejor del País, por ser la mas segura, las mas cívica y por supuesto la mas alegre, calificativos mostrados en todas las encuestas de opinión a nivel regional y nacional. Como generadora de empleo, la Feria de Cali se consolido como un factor importante de recuperación social pues los espectáculos festivos generaron más de 8.000 nuevos puestos de trabajo, durante el fin de año. Así mismo, por cada uno de los anteriores se abrieron cuatro puestos adicionales, para un total de 40.000 empleos generados en la última semana del año, gracias a los festejos feriales. La Feria de Cali de 2005 consolido el gusto de los caleños por lo festivo, lo lúdico, lo estético, lo recreativo, lo deportivo, lo social, lo cultural y lo simbólico, propiciando la alegría de la ciudad y de su gente, el sentido de pertenencia y el civismo que se ha venido recuperando en los años recientes. y, sobre todo, se recuperó la esperanza, la ilusión de construir eventos y momentos incomparables, y el orgullo de tener ahora la más vivible de las ciudades. La armonía y la seguridad brillaron en todos los espectáculos, sin dejar de hacer un paréntesis en el caso de la Cabalgata, que amerita un análisis cuidadoso en cada uno de sus aspectos y componentes ya que es un evento tradicional y muy arraigado en la idiosincrasia de los caleños, en general, todos los espectáculos nos enseñaron que la calle es el sitio para compartir con la gente, para convivir, para generar una nueva cultura ciudadana fundamentada en el respeto al otro, a la vida y al ser humano en general. Las estadísticas y pronunciamientos de las autoridades competentes a la fecha, nos demuestran que la Cali festiva del 25 al 30 de diciembre pasados, fue segura, tranquila y cívica como lo ha venido demostrado en los últimos años.

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Bolardos Buscan rescatar el civismo - Metrocali.gov.co

Posted by Sebastian Rodriguez on 14:18


Los bolardos buscan rescatar el civismo caleño
Pese a que algunas personas los consideran una afrenta al desarrollo comercial de la ciudad y un sinónimo de incomodidades, para otras constituyen una salvaguarda al pedido de más vías libres para el disfrute del peatón. Camínese a Cali.
La implementación de los bolardos en algunas de las principales vías de la ciudad les han devuelto la movilidad a los caleños, quienes hoy pueden disfrutar de andenes espaciosos y libres de obstáculos



Aunque para la mayoría de comerciantes los bolardos constituyen un verdadero dolor de cabeza, para un buen número de caleños están significando desde ya un merecido alivio al momento de recorrer su ciudad a pie.
Así lo han podido constatar quienes a diario transitan por la Carrera 1, otrora vía de negocios de reparaciones callejeras de autos y motos en la que las máquinas les robaban espacio al peatón, y en la que hoy se pueden desplazar sin ningún tipo de obstáculo tanto los caleños como quienes visitan la llamada ‘sucursal del cielo’.
Y es que gracias a las obras del Masivo Integrado de Occidente, MIO, vías como la Calle 5 con Carrera 15, por Santa Librada, y en la Calle 21 con Carrera 1, en cercanías del Comando de la Policía Metropolitana, son hoy en día espacios reservados exclusivamente para los caminantes, con andenes anchos, espaciosos y libres de zonas de parqueo a raíz de la implementación de los bolardos.
La negativa de algunos vecinos respecto del uso de los bolardos es constante, toda vez que argumentan la falta de espacio con el que contaban anteriormente para la refacción de vehículos y motocicletas, así como para el cargue y descargue de mercancías.
“La cantidad de carros por los que hemos debido responderles a los clientes se cuentan por docenas, porque los mecánicos no alcanzan a ver los bolardos y terminan rayando las puertas y bómperes”, dice Hernán Mora, propietario del taller Servimora, localizado en la Calle 21, sobre la ribera del río Cali, y quien ahora debe hacer las reparaciones de sus clientes dentro de su taller o en algunas calles cercanas de poca circulación vehicular.
Las quejas al respecto no son menores en otros sitios de la ciudad, como la Carrera 15, donde los comerciantes han impuesto desde ya su veto al uso de los bolardos que se ‘sembrarán’ allí. A su juicio, las ventas se verían reducidas porque las estructuras mismas alejarían a los clientes y, como salvaguarda a la medida, piden la construcción de bahías de parqueo que puedan ser utilizadas por sus compradores.
El vandalismo contra algunos de los bolardos, que han sido cortados de tajo para extraerles el hierro y luego revenderlo, es muestra del grado de insensibilidad que ante las obras del MIO muestran algunos habitantes de la ciudad.
Álvaro Aguado, vocero de los comerciantes de la Carrera 15, ha destacado la importancia que tienen los bolardos para recobrar la libre movilidad del peatón, aunque ha sido crítico al manifestar que la cantidad de los que se han dispuesto y se proyecta colocar es exagerada.
Sobre el particular, los diseñadores, ingenieros y arquitectos de MatroCali S.A. señalan que el espacio público es el eje principal de la mayoría de los planes de ordenamiento territorial del país, y que por tal razón los bolardos propician equilibrio e igualdad urbana.
No obstante, agregan que su uso busca rescatar el respeto por los andenes, pero señalan que los mismos no son un elemento impositivo. “Los bolardos no son elementos impositivos –dicen -, pues cuentan con el recurso de desinstalarse en el momento que se genere una cultura ciudadana hacia el respeto de no parquear sobre los andenes y separadores viales”.
Pese a tal advertencia, hay quienes ya han empezado a ‘desmontarlos’ por su propia cuenta, más no por la existencia de conciencia frente al espacio que merece el peatón. Lo hacen porque su estructura, cuya base es de hierro, resulta ser fuente de recursos para la gente de la calle, que ha empezado a cortar de tajo algunos de los elementos que componen el mobiliario de la Carrera 21, entre los que también se cuentan las canecas para la basura.
Tal tipo de daños a las obras impulsadas por MetroCali han llevado a los arquitectos e ingenieros del Departamento de Construcción de esta entidad a cambiar la composición de los bolardos, que de ahora en adelante serán en su totalidad de cemento, y no de hierro con revestimiento de acrílico, como los ya dispuestos en algunas vías de Cali.
Así las cosas, el hurto de los bolardos se ha convertido en uno de los dolores de cabeza tanto para MetroCali como para los ejecutores de obra, quienes son conscientes de la animadversión que estos han creado en algunos sectores de la población.
“Mucha gente empecinada en parquear su vehículo o abrirle mayor espacio a su negocio opta por tumbar los bolardos, lo que no sólo representa un daño al patrimonio municipal, sino que también afea las obras y afecta el desarrollo paisajístico que se ha planeado para Cali”, dice uno de los arquitectos del departamento de Construcción de MetroCali, quien agrega que las acciones vandálicas han obligado a dejar atrás la estandarización que en materia de bolardos se tenía para la ciudad (azules y con revestimiento plástico) y han debido optar por unas estructuras de cemento.
Los bolardos azules que hoy vemos en la Carrera 1, en la 21 y en cercanías a Santa Librada son fuente de ingresos para empresas caleñas que los fabrican bajo unos estándares de calidad muy precisos supervisados por MetroCali, pero ante la oleada de vandalismo que vemos contra ellos será preciso entonces cambiarlos o modificarlos, advierte uno de los ingenieros, quien recuerda que cuando se trata del espacio público el bien general prima sobre el particular.
“El MIO es una obra que busca rescatar el espíritu cívico de los caleños, por eso algunas medidas que se han tomado en materia de diseño y paisajismo pueden afectar a unos cuantos, pero serán de beneficio para una inmensa cantidad que deseará disfrutar de un entorno diferente, con andenes amplios y libres de vehículos estacionados y limpios de residuos sólidos o manchas de aceite, que eran comunes en las vías que ya se han intervenido”, precisa el ingeniero, al tiempo que recuerda que en ese proceso de cambio MetroCali ha estado presente como acompañante a través de reuniones con la comunidad, en las que se hace claridad del avance de obras y los beneficios que a la postre traerá consigo los bolardos para la socialización de la capital del Valle.
Así las cosas, la implementación de los bolardos, aunque retrógrada para algunos, es en verdad un avance hacia ese cambio social y urbanístico que Cali pide a gritos, y en el que el recate por el civismo busca abrirse espacio entre los peatones y habitantes a paso firme.

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